Entre los días 1 y 4 de junio se exhibió la muestra fotográfica ‘In-Visibles’, en el Centro Residencial Sínodo 2005 de Cáritas Madrid donde viven las religiosas del Instituto Blanca Bergareche y Celia Da Silva, formando parte del equipo de vida.
El protagonismo de esta muestra no era de su fotógrafa, Cristina Calderón, sino de las mujeres que viven en el Residencial, y su objetivo era dar visibilidad a estas luchadoras que han tenido que superar y superan cada día muchas barreras, pero que se sienten fuertes y protagonistas de sus vidas.
Cristina Calderón ha captado en los retratos las marcas de vida y las cicatrices emocionales de este grupo de mujeres, que se muestran al natural, sin tapujos. “Nuestra vida no ha sido una vida fácil. Desde pequeñas hemos vivido diferentes situaciones y experiencias, algunas bonitas y alegres y otras más difíciles y complejas, que nos han ido haciendo heridas y dejando algunas cicatrices en nuestro cuerpo y en nuestra alma”, contó la mujer que dio la bienvenida.
En realidad, este proyecto lo habían preparado para el día de la mujer del año pasado y tuvieron que suspenderlo por la pandemia. Pero “Lo que en ese momento queríamos”, señaló, “lo seguimos queriendo hoy, queremos pasar de ser Invisibles a ser Visibles y que nuestro sufrimiento también lo sea”. Han superado situaciones muy difíciles como desahucios o violencia de género, sobrevivir a eso irremediablemente deja huellas, marcas de las que se puede estar orgullosa, “Mostramos cómo somos con nuestras heridas, cicatrices, arrugas, canas, tatuajes, nuestro color de piel, nuestra cultura, nuestra religión…” Se muestran como lo que realmente son, lo que han llegado a ser, unas mujeres fuertes, luchadoras, valientes, supervivientes, cuya fortaleza repercute positivamente en toda su familia y en su comunidad.