Nuestra Espiritualidad
La espiritualidad es aquello que nos lleva a canalizar nuestras más profundas energías, trascendiéndonos como personas. La espiritualidad tiene que ver con la vida y con nuestra forma de vivirla. Tiene que ver con el ánimo con el que nos levantamos todos los días para ir a trabajar, con la manera de afrontar los problemas o con nuestra forma de relacionarnos. Y tiene que ver con Dios, con esa experiencia que cambia la vida hasta el punto de querer desvivirse por los demás.
Nuestra espiritualidad se basa en el carisma que nos transmitió Mary Ward, inspirada en la espiritualidad ignaciana: «Encontrar a Dios en todas las cosas», desde el discernimiento como camino para crear y encontrar el estilo de vida conforme a la voluntad de Dios.
Desde el principio, Mary Ward quiso que sus seguidoras se implicaran en la sociedad que vivían, haciéndolo con un espíritu de «libertad, justicia y sinceridad»; y por ello animó a sus seguidoras a tomar riesgos y abrir nuevos caminos, pero siempre discerniendo con calma las elecciones tomadas.
Justicia, Libertad y Sinceridad son, por lo tanto, los tres ejes de nuestra Espiritualidad, junto con la Alegría, que es el resultado de esta forma de vida.
LIBERTAD
Entendida como la posibilidad individual de tener acceso directo y abierto a Dios. —————————————
JUSTICIA
Enlazada con la idea de la integridad personal, basada en la relación armónica con Dios, con otras personas y con toda la Creación.
SINCERIDAD
Entendida como parte de la integridad personal que Mary Ward proponía. Tal y como ella dejó escrito: “Sé cómo te muestras y muéstrate como eres”.
ALEGRÍA
Una disposición del corazón que se manifiesta en la felicidad, la esperanza, el optimismo, la autoaceptación y el coraje.
Como resultado de esta forma de vivir, encontraremos la Alegría, entendida como una disposición del corazón que se manifiesta en la felicidad, la esperanza, el optimismo, la autoaceptación y el coraje.
Nuestra espiritualidad es, por tanto, un camino para mirar la vida de una manera nueva, agradecida, con ojos compasivos y comprometidos, con dosis de humor, de sentido común, de apoyo en los demás, de una lectura sabia de nuestro pasado para no tomarnos trágicamente el presente y vivir inspirando futuros.