Misión

Llamadas a ser cristianas por el Bautismo, participamos en la misión de Jesús que reconcilia, sana y es esperanza para todas las personas.

Cuando damos testimonio del Evangelio de Jesús, impulsamos el reino de Dios, proclamamos el evangelio con una humildad valiente y nos comprometemos con una fe que practica la Justicia.

La diversidad de nuestros ministerios expresa la misión. Refleja el deseo que Mary Ward tenía de que sus compañeras discernieran las necesidades del momento y las afrontaran para vivir los valores evangélicos que ella tanto apreciaba.

El cuidado de la fe y la educación siguen ocupando un aspecto central en nuestra tradición. Tanto si trabajamos por la justicia, el trabajo social o en ministerios pastorales, académicos o de otro tipo, llevamos nuestro testimonio de fe y espiritualidad, así como la educación en libertad, a todo lo que hacemos.

Vivimos la misión compartida, reconocemos mutuamente nuestros dones, animamos y nos dejamos animar, recibimos a la vez que damos.

Inspiradas por la visión de Mary Ward, queremos vivir con pasión y radicalidad nuestra Espiritualidad y compartirla con amplitud entre las personas con quienes vivimos y trabajamos.

Conscientes de las necesidades de nuestros tiempos y con la amplia mirada de Mary Ward, comprometemos nuestra energía y nuestros recursos para promover la dignidad y la liberación de todas las personas, especialmente mujeres, niñas y niños: 

– Para desafiar los sistemas y las estructuras injustas

– Para ponernos al lado de quienes están en los límites de la sociedad

– Para mostrar un cuidado reverente por la tierra y toda la creación.

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