CUARTO DOMINGO DE PASCUA
Lo más importante no es…
“No el mucho saber harta y satisface al ánima, más el sentir y gustar de las cosas internamente” (Anotación 2)
“No somos nosotros los que hemos amado a Dios, sino que Él nos amó primero” (1 Jn 4,10)
lo más importante no es-que yo te busque, sino que tú me buscas en todos los caminos (Gn 3,9);
-que yo te llame por tu nombre, sino que tú tienes tatuado el mío en la palma de tu mano (Is 49,16);
-que yo te grite cuando no tengo ni palabra, sino que tú gimes en mí con tu grito (Rm 8,26);
-que yo tenga proyectos para ti, sino que tú me invitas a caminar contigo hacia el futuro (Mc 1,17);
-que yo te comprenda, sino que tú me comprendes en mi último secreto (1 Cor 13,12);
-que yo hable de ti con sabiduría, sino que tú vives en mí y te expresas a tu manera (2 Co 4,10);
-que yo te guarde en mi caja de seguridad, sino que soy una esponja que en el fondo de tu océano (EE.EE 335);
-que yo te amé con todo mi corazón y todas mis fuerzas, sino que tú me amas con todo tu corazón y todas tus fuerzas (Jn 13,1);
Porque, ¿cómo podría yo buscarte, llamarte, amarte…si tú no me buscas, me llamas y me amas primero? El silencio agradecido es mi última palabra, mi mejor manera de encontrarte.