Este año hemos dedicado la Semana de Mary Ward a reflexionar releyendo una selección de sus cartas. Son cartas con apropiadas para vivir el evangelio en nuestro tiempo, el siglo XXI. Han pasado 400 años y todavía hemos podido encontrar inspiración en el modo de enfrentarse a los retos, en el modo de vivir y mostrar amor por sus compañeras, a pesar de todas las dificultades.

Hemos querido compartir las enseñanzas de cada miembro de la familia, las alegrías y la experiencia recibidas a raíz de la oración utilizando el folleto de recursos, que este año ha sido recopilado y editado por dos religiosas de India, Tomsy Madathumpadickal CJ y Sudha Arul IBVM.

En la carta conjunta que enviaron a todo el Instituto y la Congregación de Jesús, Noelle Corscadden y Veronica Fuhrmann afirman que las contribuciones al folleto de recursos “reflejan nuestra diversidad y la de nuestra familia internacional Mary Ward”. “Esperamos que al reflexionar sobre las propias palabras de Mary Ward encuentren aliento e inspiración para vivir el Evangelio en estos tiempos”. Recibimos varias respuestas a la solicitud de poner en común las reflexiones y los sentimientos que han surgido en cada uno, después de la semana.

celebración de la Asociación de Antiguas Alumnas de Sevilla

Angela de Madariaga, Fátima Carazo, Victoria Cabrera; Rocío Ruiz, Araceli Sánchez León y Teresa Picamill (Participantes en el Encuentro)

El pasado 31 de enero, celebramos el VII Encuentro que, con motivo de la Semana de Mary Ward, organiza anualmente la Asociación de Antiguas Alumnas de Sevilla. Celebrado en la Fundación Valentín de Madariaga, el Encuentro tuvo un amplio eco y asistieron más de 100 personas completando el aforo de la sala.

Este encuentro anual pretende visibilizar la labor que tantas antiguas alumnas realizan de una manera admirable y cómo el carisma de Mary Ward, sus valores, siguen presentes y actuales hoy día, siendo un pilar fundamental en la vida de muchas de nosotras.

Participaron, como viene siendo habitual, tres antiguas alumnas, en este caso todas de Bami, que compartieron su vida y sus proyectos.

Fátima Carazo, pertenece a las CVX, nos introdujo en la Comunidad de Hospitalidad de Casa Mambré, donde vive con su marido y donde comparten su vida con personas migrantes y refugiadas.

Rocío Ruiz Calderón nos hizo un recorrido por su trayectoria personal y como hoy desde su vida religiosa en la Congregación de Jesús y María, organiza el Proyecto Maparra, que desarrolla junto con Cáritas en el Polígono Sur en Sevilla, una de las zonas más precarias de la ciudad.

Teresa Picamill nos contó cómo y porqué surge Raimbow Family, un proyecto integrado en la Fundación Kambia, ellas nos traen Calcuta a Sevilla, siendo su referente Mary Ward.

Nos acompañaron Isabel Gortazar, Mª Paz Herrera y Mª Teresa Vorcy, religiosas del IBVM que son tan bienvenidas siempre en este tipo de encuentros.

El acto finalizó con una copa de vino español ofrecida por la Asociación de Antiguas Alumnas, donde pudimos compartir un buen rato de vivencias y charlas entre muchas antiguas compañeras.

Araceli Sánchez León, Presidenta Alumni Irlandesas Sevilla

Testimonios del grupo de Amigos de MW de Rodas (Cuba)

Estos son los testimonios de la semana MW que se compartieron en el grupo de WhatsApp de los Amigos MW en Rodas, provincia de Cienfuegos, Cuba, después de haber reflexionado y rezado durante este tiempo sobre sus cartas.

Conozco a María Ward desde hace 33 años, cuando entré en la Congregación, por sus escritos, pero también por el ejemplo de las hermanas que vivieron y viven su espíritu. Ella es una mujer admirable, siempre me ha fascinado su búsqueda para encontrar a Dios en todo, la búsqueda de la voluntad de Dios, pero sobre todo la libertad interior. En las cartas que medité durante la semana M.W. surge la delicadeza, la preocupación de que sus compañeras también hagan la voluntad de Dios, es decir, su relación con Dios, con las hermanas y con los que la rodean. Que ella interceda por cada uno de nosotros para que podamos vivir su espíritu. Ángela

Celebración Eucarística en la Iglesia de rodas el domingo 29 de enero, donde también se compartió con los presentes un video sobre la vida de Mary Ward

Las actitudes que más me han llamado la atención de Mary Ward han sido su VALENTÍA. Valentía para superar, enfrentar y defender aquello que Dios le proponía. Su vida de ORACIÓN, su PERSEVERANCIA y su CONFIANZA en la Divina Providencia marcó sus propósitos de dignificar a la mujer, viviendo en JUSTICIA, VERDAD Y LIBERTAD. Iván

Está semana de María Ward fue especial, a través de sus cartas pude sentir muy de cerca su presencia en la meditación de cada día que muchas veces se reflejaba en nuestra realidad de hoy. Admiro de ella su búsqueda constante de la voluntad de Dios para sí misma y sus compañeras, pero también su trato hacia ellas, con las personas que se le acercaban, con las autoridades de la iglesia, con la naturaleza, su buen trato con todos. Su presencia cercana irradiaba esa intimidad que tenía con Jesús en la oración. Que ella nos regale a cada uno de nosotros su espíritu. María Celia

Conocer a Mary Ward y a su familia religiosa ha sido una gracia para mí. Admiro en ella la delicadeza y cuidado en el trato, el amor a Dios, a sus amigas, a los más vulnerables y hasta a sus contrarios. La bondad es un bálsamo que cura, que cicatriza y que nos hace bien a todos. Dios solo nos ha mandado a amar. Resumiría la experiencia de la semana con una frase: «Procura que Dios sea el fin de todas tus acciones y eso te dará mucha paz y considerarás todo fácil y posible», Mary Ward. Idania

Adoración Eucarística rezando especialmente por nuestra Congregación y todas aquellas personas que nos acompañan en nuestra misión

Las cartas compartidas de Mary Ward durante la semana y el video en la misa el domingo, en lo personal, me han llegado a lo profundo de mi espíritu, que nuestra venerada Mary Ward fundadora de la congregación nos siga mostrando el camino a seguir a la luz del evangelio. Milagros

No había podido compartir hasta ahora, pero lo hago con deseos de expresar lo que han calado en mí las cartas. En ellas expresa de forma muy elocuente su vivir y sentir en todos los ámbitos relatados. Te da la impresión que lo vivíamos. Pero quiero compartir algo que dijo en su cercano final y que aun encontrándose muy débil y sus fuerzas agotadas, expresó: «ESTOY SEGURA DE QUE DIOS ME AYUDARÁ A MÍ Y A LAS MÍAS, DONDE QUIERA QUE ESTEMOS».

Esa frase se ha visto cumplida desde esa época hasta la actualidad. Tenía la claridad y convicción de que sus ideas y proyectos no morirían con ella, que se multiplicarían por todo el mundo. Venerable M. Ward, ruega por nosotros y danos tu espíritu. María del Carmen

He tenido una conexión muy mala, a pesar de eso, todo lo vivido esta semana de Mary Ward ha sido muy bonito, las cartas, el encuentro en Cartagena, la misa del domingo, a la altura de esa gran mujer, que nunca se detuvo, por duras qué fueran las dificultades. Admiro su Fe, su carisma, su entrega a Jesús, por eso te digo Mary Ward dame tu espíritu. María Antonia

En la semana dedicada a Mary Ward agradezco y recuerdo a dos hermanas muy queridas. Lavinia, que ha estado presente en mi vida tanto en los malos como los buenos momentos y me brindó mucho apoyo, así me he ido transformando en una cristiana más fiel cada día. Por otro lado, la hermana Eudosia, que me recibió con los brazos abiertos el primer día en que asistí a un encuentro diciéndome que era un miembro especial, a pesar de mi corta edad, desde entonces me sentí en familia. Agradezco ser amiga de María Ward a estas dos bellas personas que llegaron a mi vida como ángeles guardianes, para enseñarme a conocer mejor Dios cada día. Mónica

Una luz de ESPERANZA regalada por su ejemplo. MARY WARD ruega por nosotros y danos tu espíritu. Yamila

María Celia, CJ

Cecilia O’Dwyer nos comparte su reflexión

Este año he decidido reflexionar sobre las cartas de Mary Ward y los comentarios centrándome en facetas que me podrían proporcionar perspectivas nuevas.

Además de Mary, me he fijado en las mujeres que se habían unido a su iniciativa y la manera en que se va vislumbrando “la condición humana” en el grupo. Crecía el número de mujeres que se unían al Instituto de diferentes países y entre ellas se encontraban las que tenían más o menos cualidades y capacidades. Me ha hecho gracia los comentarios en una de las cartas sobre una persona especifica y otras que querían entrar en el Instituto: “[no es buena trabajadora]” y “las dos holandesas [alemanas] espero que sí lo sean”. Son comentarios que nos abren una ventana a la complejidad del grupo de mujeres que se habían unido a su obra.

Me he fijado en la situación de Práxedes y me preguntaba sobre la confusión que debió haber en el grupo. Por una parte, probablemente había varias religiosas, entre ellas Práxedes, que se inclinaban a seguir los consejos de la iglesia oficial, tal y como les indicaban varios cardenales. Por otro lado, se encontraba Mary Ward que no estaba de acuerdo con lo que planteaban porque ella tenía su idea de lo que debería ser su fundación, que rompía con lo establecido.

Es interesante imaginar estas escenas de confusión entre las religiosas. Existe una novela histórica, “After Mary”, de Katherine McMahon, escrita en el año 2000. Aunque no nombra a Mary Ward se entiende que está basada en el Instituto. Da una visión realista de lo que sería una situación así y con pocos medios de comunicación entre la fundadora y las religiosas en las distintas comunidades, solamente cartas que podrían tardar meses en llegar. Mary Ward se sentía segura de lo que Dios le pedía, pero como en todos los grupos, había diversidad de opiniones incluso que podrían poner en peligro la supervivencia de la obra que llevaba entre manos.

Me he fijado en la sabiduría practica que mostró Mary Ward y que sirve para la vida en todo momento. Consciente de los malos tiempos que se avecinaban y la soledad y sufrimiento que iba a formar parte de su vida durante un tiempo, constata que todo esto pasaría. Recuerda la frase de Juliana de Norwich cuando dice que “todo saldrá bien”. Los malos ratos, por muy difíciles que sean, pasan y llegan otra etapa más estable. Uno de los comentarios cita un poema de la poetisa norteamericana Emily Dickinson; ‘Al no saber cuándo amanecerá, abro todas las puertas’. Es un buen consejo para nuestros tiempos turbulentos y con cambios vertiginosos, con conflictos de toda índole. Todo pasará. Mantén la calma, pero mantenerte abierta al cambio.

A partir el siglo XX, sobre todo, hemos tenido muchas oportunidades para informarnos, estudiar y entender ideologías históricas que dañan a mujeres y a hombres. El patriarcado es una de ellas. No nos damos cuenta de formar parte del sistema hasta que no nos hacemos conscientes de esta realidad y hacemos los esfuerzos intelectuales y psicológicos necesarios para comprender lo que pasa y poner medios para cambiarlo. Mary Ward vivía en el siglo XVII. Naturalmente vivía y actuaba dentro de un sistema patriarcal donde la voz de Dios se manifestaba a través de hombres, fueran reyes, papa, sacerdotes, o la superiora de turno. El libre acceso a Dios por parte de la mayoría de las mujeres generalmente tenía mediadores, el sacerdote o la autoridad nombrada. Aunque el “estatus quo” era lo normal y Mary Ward y sus compañeras participaban de ello, ella tenía sus dudas. En una carta al P. John Thomson escribir lo siguiente: Respecto a lo primero nunca pude creer que yo estuviera abandonada al poder de los hombres. Me parece significativa esta observación porque nos comunica lo que ella vislumbraba en aquel momento y que, aunque hayamos avanzado mucho en cuatro siglos, sigue siendo un tema pendiente. Finalmente quiero resaltar el aspecto de la comunicación. En las cartas constatamos el respeto y cariño hacia las personas. Por otra parte, la comunicación interpersonal en el mundo que le rodeaba y que le llevo al encarcelamiento se nutría de interpretaciones inexactas, juicios incriminatorios, mentiras que circulaban en el mundo que le rodeaba, supuso un coste muy elevado para ella. Su gran resiliencia y empeño en llevar a cabo lo que veía que Dios le pedía le permitió superar aquello e incluso tener la idea y la esperanza de seguir adelante, una vez que se hubieran calmado los ánimos en su contra.

Cecilia O’Dwyer, Ibvm

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