PENTECOSTÉS
RECIBID EL ESPÍRITU SANTO
Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros.» Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. Jesús les dijo otra vez: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío.» Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.» (Jn 20,19-23)
“La conversión ecológica que se requiere para crear un dinamismo de cambio duradero es también una conversión comunitaria.” (LS 219)
“…La paz interior de las personas tiene mucho que ver con el cuidado de la ecología y con el bien común, porque, auténticamente vivida, se refleja en un estilo de vida equilibrado unido a una capacidad de admiración que lleva a la profundidad de la vida. La naturaleza está llena de palabras de amor… Una ecología integral implica dedicar algo de tiempo para recuperar la serena armonía con la creación, para reflexionar acerca de nuestro estilo de vida y nuestros ideales, para contemplar al Creador, que vive entre nosotros y en lo que nos rodea, cuya presencia «no debe ser fabricada sino descubierta, develada» (LS 225)
Que los dones que hoy recibimos de la Ruah (Espíritu Santo): sabiduría, entendimiento, consejo, ciencia, piedad, fortaleza y temor de Dios nos ayuden a crecer en vivir desde la interconexión e interdependencia con la Madre Tierra, la Creación entera y la humanidad para que nuestro legado a las futuras generaciones sea un mundo más justo, humano y sostenible.