NATIVIDAD DEL SEÑOR
«Allí estaba la luz verdadera, que ilumina a todo hombre que viene al mundo. Estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por él, y el mundo no lo conoció«. Juan 1:9,10.
Un ángel llamado Cândinha
Esta Palabra me trae muchos mensajes que me dejan con sentimientos encontrados, pero me detengo en el versículo 10. «Estaba en el mundo…» Está en el mundo y lo he visto, he vivido con él, he reído con él…, pero no lo he reconocido.
Destacar la presencia de Jesús en medio de nosotras; una presencia que no está disfrazada, es verdaderamente original – Imagen y semejanza.
Vi y conocí a Jesús en medio de nosotras. Una mujer, llamada Cándida Corso CJ, que ahora tiene 83 años. Ella fue luz para muchos abandonados, fue testigo de la Luz para muchos sin esperanza. Quiero compartir un poco de la vida de esta gran mujer y traerles uno de los frutos de su misión. Cândinha, como es conocida entre sus hijos, se dedicó durante muchos años a ser una presencia para las personas que vivían en la calle. Salía regularmente de su comunidad y se dirigía al Centro Comunitario San Martín, para muchas de nosotras, incluida yo, iba preparar comidas para las personas de la calle, pero en realidad iba a ser Luz y a encontrar la Luz, tocando el dolor de los demás. Una palabra, un abrazo, un apretón de manos, una sonrisa… ¡Esa era su misión!
Un ejemplo concreto de la misión de la Hna. Cândinha da testimonio Vanessa Silva, que hoy, a sus 41 años, se emociona al recordar a la hermana: «Ella me cuidó, fue mi madre y mi abuela, fue la que me aconsejó y siempre me acogió incluso ante mis rebeldías. Cuando llovía o hacía frío siempre me buscaba para saber cómo estábamos mi hija y yo, si teníamos ropa y abrigo para pasar las noches frías. Se preocupaba mucho por mí y por muchos otros, siempre nos trataba con cariño y con una sonrisa contagiosa. Cambió mi vida y la de muchos otros. Hoy también colaboro con la Pastoral de la Gente de la Calle, acogiendo de la misma manera que me acogieron en el pasado».
Rezar este texto junto con la vida de Cândinha, hace darme cuenta y sentir que, para ser luz, ¡basta serlo! No hay ningún secreto, y mucho menos esfuerzo y sacrificio.
Y ahora me pregunto, ¿dónde he visto la luz hoy? ¿Dónde estaba la luz hoy?
Lo importante es no perder la gracia que Dios nos ofrece.
Veraní Ribeiro da Silva CJ. Provincia Amerindia