MIÉRCOLES DE CENIZA
“Convertíos a mí de todo corazón”
El Miércoles de Ceniza marca el inicio del camino de Cuaresma, un tiempo de gracia en el que se nos invita a la conversión, a la novedad, renovación.
Continuamos nuestro camino espiritual con ese sentido de conversión, como peregrinas y peregrinos de Esperanza junto a Mary Ward.
Hoy, Miércoles de ceniza, desde nuestro itinerario, se nos invita a mirarnos en el espejo, mirarnos hacia adentro, reconocer nuestras limitaciones y confiar en la misericordia de Dios. Peregrinamos en este éxodo hasta la Pascua para liberarnos de nuestra propia esclavitud, del ego que tantas veces nos ata en sus distintas formas.
«Convertíos a mí de todo corazón, con ayuno, llantos y lamentos» Nos dice hoy el profeta Joel. La conversión no es un cambio externo, sino un mirar profundo a Dios y dejarnos tocar, una transformación del corazón. No se trata de renunciar a algo, sino de abrirnos a Alguien: a Cristo, que nos llama a vivir en su amor y misericordia.
Mary Ward nos recuerda:
“No deseo nada más que lo que Dios quiere, y en esto encuentro la mayor paz, porque todo es para mayor gloria de Dios”
Como peregrinas y peregrinos de esperanza, podemos aprender de Mary Ward a confiar en que, incluso en medio de las cenizas de nuestras vidas, hay una llamada a la renovación, a la transformación. Ella nos impulsa a caminar con fe, a trabajar por la justicia con integridad y libertad de espíritu para construir un mundo más fraterno, más feliz para todos.
En este Miércoles de Ceniza, imitemos su ejemplo: reconozcamos nuestras debilidades, pero también abracemos la esperanza que nos lleva a seguir adelante.
¡Buen Camino de Cuaresma!