LO QUE DIOS QUIERA

Muerte y Resurrección: Mateo 26:14 – 27:66.

Mateo habla en su relato de la Pasión sobre la profecía, lo que está «escrito»: ¿está diciendo que Dios quiso que su Hijo sufriera? El propio Jesús parece pensar de otro modo cuando reza para que, si es posible, su Padre no permita que suceda, pero debe ser como Dios quiera. Antes había dicho: «Mi alimento es hacer la voluntad de Aquel que me ha enviado»: toda su misión ha sido mostrar a la gente, a través de sus enseñanzas y sus acciones, el amor y la misericordia de Dios. Ha desafiado las concepciones actuales de cómo debe practicarse la religión, ha despertado una amarga hostilidad en las autoridades establecidas, hasta el punto de que están decididas a matarle; pero no puede ser fiel a sí mismo si deja de hacer aquello para lo que su Padre le ha enviado.

Podemos ver paralelismos en el mundo actual. Los ucranianos que luchan por la libertad y la seguridad de su país saben que pueden morir en la batalla, pero asumen el riesgo porque no hay otro modo de alcanzar su objetivo. Los que han ido a ayudar a las víctimas del terremoto en Turquía y Siria se están arriesgando, pero las necesidades de los demás son más importantes que su propia seguridad y comodidad.

En mi propia vida, la llamada de Dios a entrar en el Instituto Mary Ward implicaba, no una elección de «vida o muerte», sino renunciar a mi libertad personal para hacer lo que quisiera: elegir mi trabajo, decidir dónde vivir, incluso ver a mi familia y amigos en cualquier momento; viajar, especialmente a otros países, como era entonces mi mayor alegría; quizás casarme y tener mi propia familia. Lo que Dios quería parecía más importante, pero al principio fue difícil. A lo largo de los años, otras cosas me han sido devueltas, de maneras inesperadas – especialmente variedad de trabajo, viajes, experiencia, contacto con la gente. No menos vida, sino más vida, siguiendo el camino de la muerte y la resurrección.

Patricia Harris CJ, Inglaterra