¡HABITACIONES ESPACIOSAS | SENSACIÓN CELESTIAL | ESTANCIA ILIMITADA!
¡Suena como un buen negocio!
Oye, escucha. No estoy hablando de una estancia en un hotel. Sólo trato de reimaginar las palabras de Jesús en el Evangelio de hoy.
Jesús está en su Última Cena de Pascua. Acaba de lavar los pies a sus Apóstoles – una acción impensable por parte de un judío, enviando un poderoso mensaje de su Nuevo Mandamiento de amor.
Hacia el final de esta comida, Jesús acelera la conversación hacia un nuevo nivel de Relación Humano-Divina. Al hacerlo, abre su corazón a sus discípulos más cercanos e inicia un largo discurso de despedida.
No estamos seguras de que los discípulos comprendieran plenamente lo que Jesús intentaba comunicar en este discurso, pero podemos entender definitivamente que el Padre y Jesús están inseparablemente unidos el uno al otro y que Jesús intenta encajarnos en esa vinculación Divina. “… Yo estoy en el Padre, y que el Padre está en mí?” (v. 10)
Dentro de esta hermosa conversación reconfortante de Jesús, experimentamos a Jesús como Aquel que más consuela, asegura y cuida a todos los que le aman:
Jesús que consuela. J- Jesús consuela a sus Apóstoles -y a nosotros- diciendo: «No se turbe vuestro corazón. “Vosotros creéis en Dios; creed también en mí” (v. 1). Cuando nos sentimos angustiadas y temerosas, estas palabras nos levantan el ánimo y nos dan la esperanza de que en Jesús estamos seguras.
Jesús que asegura – La garantía de Jesús de «muchas habitaciones» en el cielo para nosotras es metafórica. Se refiere a la realidad de que todas estamos destinadas al cielo y tenemos un lugar en el gran corazón de nuestro Padre; somos ciudadanas de un hogar celestial en compañía del propio Jesús. «Volveré y os tomaré conmigo para que estéis donde yo estoy». (v.3)
Jesús que se cuida – Jesús es la línea de ayuda 24X7 para cualquier preocupación. Él es el Camino – para quienes están engañados y perdidos buscando la verdadera felicidad y alegría; La Verdad – Él es la respuesta a todas las preguntas de la vida. Su revelación es definitiva. La Vida – En Él no hay estancamiento; Él siempre abunda en vida y en Él todos rebotan a una nueva Vida. “Yo soy el camino, la verdad y la vida«. (v.6)
La lectura de hoy es una invitación a crecer y alimentar nuestra relación con Jesús en todas las situaciones, para así disfrutar verdaderamente de la espaciosa, ilimitada y celestial Paternidad de Dios en Jesucristo.
Advertencia: No podemos tener AMISTAD con el Padre a menos que tengamos AMISTAD con el hijo.
Sr Sudha Arul IBVM, India