EPIFANÍA DEL SEÑOR

¿Dónde está el Rey de los Judíos, que nació? Porque hemos visto su estrella en el oriente y hemos venido a adorarlo.  Mt.2, 1-12

Mis comentarios comienzan compartiendo una experiencia personal. En otoño de este año, por motivos de salud, fue necesario acudir a varios hospitales. No conocía casi nada de Bucarest, ya que había estado fuera en una misión durante mucho tiempo. Para descubrir los lugares, me ayudaron mucho los consejos de las hermanas, la gente de la calle, el GPS y la oración personal. Cada una de estas fuentes ha sido como una estrella guía para mí, ayudándome a llegar al lugar deseado y a realizar las investigaciones necesarias.

En cada ambiente hubo encuentros únicos, de persona a persona, me di cuenta de que ALGO nacía en la relación con los demás… Dios estaba presente en el encuentro con mi prójimo…Al final de estos momentos sentí gratitud, porque cada uno dejó su huella en mi alma… Y el regalo más hermoso que pude hacer a estas maravillosas personas fue la oración de agradecimiento.

Pienso ahora en los tres reyes magos que vinieron de Oriente, guiados por una estrella, en busca de Aquel a quien esperaban desde hacía mucho tiempo… También ellos necesitaban una brújula, tenían que hacer preguntas y pedir consejo, para saber dónde encontrar a Aquel que querían…

La pregunta DÓNDE ESTÁ, formulada con alegría y esperanza por los Reyes Magos, provoca agitación, miedo en el alma de Herodes, rey de Judea, que siente amenazada su posición social. 

Y hoy basta con mirar a quienes ostentan el poder y desean extender su dominio sobre personas y lugares, incluso a costa de la guerra y la destrucción.

Recemos para que Dios nos libere de la posesión, de la necesidad de seguridad personal, y emprendamos nuestro camino hacia Jesús con un corazón ligero. Que nuestra propia vida, con su belleza y sus imperfecciones, sea el oro, el incienso y la mirra que ofrecemos al Niño recién nacido.

Lavinia Serban CJ, Cuba