¡El amor todo lo puede!

Si miras a tu alrededor, te puedes encontrar con historias emocionantes; con personas que, sin hacer ruido, aprenden a morir para “engendrar VIDA”.

Se llama Pilar y es mamá de una alumna del colegio Mary Ward de Barcelona. Cuando le pregunté de dónde surge esta vocación de ser “Familia de acogida urgente”, me explica que se le murió un hijo con 9 meses. Aunque ya tenía otras dos niñas pequeñas, sintió un dolor inmenso. Pero desde su fe, comprende que la muerte de su hijo es por “algo”. Pasa el tiempo y quisiera adoptar a un bebé, pero no se siente con fuerzas. Un día ve a una niña con síndrome de Down en el hospital y se entera que la señora que la cuida es “madre de acogida”. Se pone en contacto con ella y se interesa por el tema. Tras muchos controles por parte de la Generalitat de Catalunya y de realizar un curso de preparación, les conceden, por fin, ser “Familia de acogida de primera instancia”. La primera que llega a la casa es una niña a la que acogen con mucho cariño y dedicación ya que necesita ejercicios de estimulación y rehabilitación hasta que logra ponerse de pie, caminar, hablar… Al poco de que esa niña fuera adoptada, reciben otra niña con solo tres días. He visto cómo esta madre se ha desvivido hasta lograr que supere todas las dificultades. Esta segunda niña ya está adoptada por una familia. El tercero es un niño. Lo acogieron con 11 días. Había sido abandonado en la puerta de un hospital. Ahora tiene 6 meses. Es una preciosidad de niño… En las miradas de estos niños se puede percibir la felicidad que irradian. Son milagros del día a día que son posibles gracias al amor que esta MADRE pone en todo lo que hace. Ella suele decir: “El amor todo lo puede” y así es. En ella veo que se cumple lo que dice Mary Ward: «El Amor Divino es como un fuego que no se deja encerrar…»

Dios bendiga a Pilar y familia para que sigan siendo reflejo de la Ternura de Dios en nuestro mundo herido. Que la Virgen y San José les fortalezcan y sigan sembrando “SEMILLAS DE ESPERANZA”.