JUEVES SANTO

Jn 13,1-15

Jesús instituye una “comunidad de servidores y amigos” que se lavan los pies unos a otros, y él mismo comienza su cena con un lavatorio.

La Eucaristía sin caridad es escandalosa. Nos dice Benedicto XVI en DCE: “La mística del sacramento tiene un carácter social, porque en la comunión sacramental yo quedo unida al Señor con todos los que comulgan. La unión con Cristo es al mismo tiempo unión con todos los demás a los que Él se entrega”. La comunión con Cristo es comunión con la humanidad.

Cuando asistimos a la Eucaristía no estamos ante un rito, sino ante una celebración que nos implica hacer vida en nosotros lo que Jesús hizo: “que se partió y entregó”. Esto nos pide también a nosotros, que nos “partamos” y nos entreguemos a favor de nuestros hermanos.

La entrega a los más empobrecidos hace creíble y da autenticidad a nuestras eucaristías. Como dice el Papa Francisco “hacer una Iglesia pobre y para los pobres”.

Beatriz Martín IBVM, España