El 1 de septiembre comienza el tiempo de la creación, que se celebra cada año desde 2015, entre el 1 de septiembre, Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, y el 4 de octubre, festividad de San Francisco de Asís, el santo que veía la grandeza de Dios en todas sus criaturas y en la naturaleza.

Esta es una celebración ecuménica en la que a lo largo de todo un mes rezamos y organizamos, o nos sumamos a, acciones para el cuidado de la casa común.

En 2023, con el lema “Que la justicia y la paz fluyan”, reclamamos justicia no sólo para los seres humanos, sino para toda la creación. Como nos recuerda la invitación a participar en este tiempo: Las acciones colectivas e individuales son importantes.

La preparación para este tiempo comenzó en el mes de marzo, con el lanzamiento del símbolo y las primeras acciones de sensibilización con el fin de llegar a todo tipo de líderes sociales, políticos, religiosos… para que se unan, e inviten a la comunidad a que también lo haga, a este río caudaloso que simboliza este año la celebración del Tiempo de la Creación.

El río simboliza la biodiversidad en riesgo y la urgencia que crece. Debemos hacer visible la paz con la Tierra y en la Tierra, al mismo tiempo que la justicia nos llama al arrepentimiento y a un cambio de actitud y de acciones. Cuando nos unimos al río de la justicia y la paz con los demás, se crea esperanza en lugar de desesperación.

Estamos invitados a unirnos al río de la justicia y la paz en nombre de toda la Creación y a hacer converger nuestras identidades individuales, de nombre, familia o comunidad religiosa, en este movimiento mayor por la justicia, al igual que los afluentes se unen para formar un río caudaloso.

La red ecuménica del Tiempo de la Creación ofrece una guía con propuestas para celebrar este tiempo, organizar eventos, compartir ideas o difundir sus materiales y recursos, disponibles en la página web en los idiomas más hablados.

También en su página web se pueden encontrar multitud de recursos para utilizar durante este tiempo de celebración. Mañana, día 1 de septiembre, esta oración propuesta por la red del TdlC resonará en todos los rincones del mundo, para dar comienzo a este tiempo de toma de conciencia y acción por el grito de la tierra y el grito de los pobres.

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