El pasado 16 de junio, la Familia Mary Ward pusimos oficialmente en marcha nuestro Plan de Acción Laudato Si’, que durante los próximos siete años nos ayudará a seguir avanzando en el cuidado de nuestra Casa Común.

El Papa nos invita a tomar acciones urgentes para afrontar la compleja crisis que estamos viviendo, y que no es sólo climática, sino también social. Por eso, nos llama a escuchar “el grito de la tierra y el grito de los pobres”, en busca de un desarrollo sostenible e integral. Un llamamiento que afecta a todas las personas y que la Familia Mary Ward hacemos nuestro, invitando a cada persona de nuestra red a sumarse a la campaña. Cada cual de acuerdo a su propia cultura, experiencia de participación y talentos (LS14), reflejando nuestra diversidad.

Con este proyecto nos embarcaremos en un viaje hacia un mundo mejor, en el que trabajaremos para cumplir los 7 Objetivos que nos propone la Laudato Si’:

  • Responder al clamor de la Tierra: a través del uso de energías limpias y renovables, reducción de los combustibles fósiles, protección de la biodiversidad y acceso al acceso al agua potable para todos.
  • Responder al clamor de los pobres: defendiendo la vida humana y todas las formas de vida sobre la tierra, con especial atención a los grupos vulnerables (comunidades indígenas, personas migrantes, infancia en riesgo de esclavitud).
  • Acercarnos a la economía ecológica: promoviendo la producción sostenible, el comercio justo y el consumo y las inversiones éticas.
  • Adoptar de estilos de vida sencillos: reduciendo el consumo de recursos y energía, evitando los plásticos de un solo uso, usando los transportes públicos…  
  • Promover la educación Ecológica: rediseño del currículo educativo en el espíritu de una ecología integral, con acciones concretas, y promoción de la vocación ecológica.
  • Integrar la espiritualidad ecológica: contacto con la naturaleza, celebraciones litúrgicas centradas en la creación, enfoques ecológicos para catequesis, oración, retiros y formación.
  • Fomentar el trabajo comunitario y participación activa: cuidado de la creación a nivel local, regional, nacional e internacional, fomentando el arraigo en el territorio y los ecosistemas locales.   

Una propuesta que queremos llevar a todos los lugares donde estamos presentes a través de nuestros ministerios en todo el mundo: familias, diócesis (parroquias/Iglesias), colegios, universidades, hospitales y centros de salud y nuestras propias comunidades religiosas.

Podéis descargar el documento oficial de la propuesta, elaborado por la Oficina Conjunta del IBVM y la CJ en Roma, aquí.

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