Las religiosas del IBVM y comunidad educativa del centro celebran casi 80 años de trabajo por una educación de calidad
El Colegio Irlandesas Leioa dice adiós a las religiosas del IBVM, que llevan viviendo en la comunidad, de Las Arenas primero y de Leioa después, los 79 años que han pasado desde que fundasen este centro educativo. Todo el alumnado, profesorado y demás personal de trabajo del pasado y del presente, celebró la presencia y el legado de las religiosas que ahora se marchan a vivir a otras comunidades, dejando el colegio con un futuro brillante ante sí, dentro de la Fundación Educativa Mary Ward.
Los pasados días 22 y 23 de junio, el Colegio Irlandesas Leioa acogió una celebración de despedida a las religiosas de la comunidad del IBVM que a partir de este verano irán destinadas a otras casas del Instituto B.V. M. en España. Mucha gente que ha tenido o tiene relación con las ellas y el colegio, familias y amistades el primer día y el profesorado y PAS del colegio, el segundo, se acercaron al centro para dar un abrazo a las religiosas que acudieron a las celebraciones y disfrutar del encuentro con el resto de compañeras y compañeros.
Aunque la casa de Leioa dejará de figurar como una comunidad de religiosas, el colegio que fundaron hace 79 años no para de crecer y tiene un futuro brillante, integrado en la Fundación Educativa Mary Ward, de la que es presidenta Elena Cerdeiras, Provincial del IBVM.
Esta Fundación está formada por todos los colegios del IBVM, conocidos como Irlandesas en España, más los de la Congregación de Jesús, ocho centros en total repartidos entre Madrid, Sevilla, País Vasco y Barcelona. La Fundación Educativa es uno de los muchos pasos que estas dos congregaciones han ido dando en los últimos años hacia su unión definitiva, que está a punto de lograrse.
Las dos congregaciones, el IBVM y la CJ, tienen una historia muy parecida que se remonta a la misma fundadora, Mary Ward, hace más de 400 años. Esa congregación fundada por Mary Ward en 1609 se fue dividiendo en diferentes ramas debido a las dificultades atravesadas por sus discípulas, en el contexto político complicado que atravesaba Europa, desde la guerra, a la precaria valoración de la mujer en la iglesia o incluso al anticatolicismo de alguna época. Con el paso de los años, todas las ramas se han ido uniendo, hasta que queda la última de estas fusiones para llegar a ser, entrados en la tercera década del siglo XXI, el único instituto que soñó Mary Ward.
Los colegios de la Fundación Educativa MW están gestionados por un Equipo de Dirección conformado por profesionales seglares, aunque las religiosas forman parte del Patronato de la Fundación que lleva el nombre de su fundadora.
