
Recientemente tuvimos una reunión online las y los representantes de JPIC de la red CJ e IBVM, organizada por las responsables de la oficina JPIC Mary Ward, Pauline Macharia Ibvm y Adina Balan CJ. En ella, las casi 30 personas participantes conversamos sobre la economía ecológica y compartimos las prácticas que cada provincia lleva a cabo para lograr los objetivos que nos hemos propuesto alcanzar para el cuidado de la casa común y las personas más vulnerables, reconociendo que todo está conectado.
La situación de cada provincia es diferente. El entorno, el nivel de desarrollo económico, el contexto político y el contexto geográfico sumado a las características que conforman cada comunidad, hacen que las prácticas sean muy diversas. Por ejemplo, hay comunidades que cuidan las zonas verdes, tan necesarias para el equilibrio de la tierra, y otras cultivan alimentos, que a la vez que favorecen la limpieza del aire y el equilibrio ecológico, sirven para abastecer de alimentos a poblaciones vulnerables.
En casi todas las comunidades, colegios y misiones de las diferentes provincias se ha llegado a tener una conciencia muy plena de la importancia de la gestión del agua, un recurso vital que cada vez es más escaso. Algunas provincias, como en Sudáfrica, la recogida, almacenamiento y tratamiento del agua es un trabajo que ha llegado a marcar una diferencia para toda la comunidad en la que viven las religiosas.

También se compartieron muchas iniciativas interesantes e imaginativas sobre la concienciación en los colegios y otros centros donde se trabaja con menores, adolescentes y jóvenes. Sobre todo, constatamos cómo hemos ido madurando desde los primeros años de concienciación a nivel individual, a estos últimos años, en los que este trabajo persigue conscientemente un cambio en las políticas, una influencia en los centros con el poder de toma de decisiones.
Muchas religiosas compartieron no solo sus prácticas, sino también sus debates internos, sobre asuntos más delicados como las inversiones y las donaciones. Hay mucho que discernir antes de tomar decisiones en estos campos de las finanzas y son verdaderamente valientes en algunos casos, como el hecho de rechazar algunas donaciones de grupos cuyas prácticas son poco éticas. Se está hablando mucho de las inversiones de impacto e inversiones éticas. A la hora de invertir como organización comprometida con la tierra y la humanidad que la habita, hay que tener en cuenta, además del rendimiento financiero, el impacto socio-ambiental y los aspectos éticos del sector en el que se invierte. Igualmente, algunas religiosas recordaron que hay que considerar estos aspectos también en las donaciones que se reciben, sobre todo en las misiones que se desarrollan en zonas de gran necesidad, la necesidad económica debe valorarse sopesando también la organización o personas que hacen esa donación, porque puede tratarse de dinero que provenga de explotación injusta de las personas o explotación insostenible de la tierra.
Estos encuentros de JPIC sirven para la reflexión y para el aprendizaje gracias a la puesta en común de ideas y prácticas de unas y otras. Son un precioso refuerzo del sentimiento de familia que se quiere, y que persigue unida los objetivos de la Laudato Si y los ODS de Naciones Unidas. Sobre todo, son momentos de disfrute del tiempo pasado en familia, comentando aspectos prácticos de nuestras vidas.